29 sept 2010

Máquina de Sexo

SideKick.

Todo empieza con imaginar. Reconciliación o reencuentro con el propio ser, el deseo de acariciar el musgo o convertirme en cucaracha. No puedo afirmar que es el primer paso porque desde un principio pensé que nunca me desviaría del fin propuesto. Y no es lamentable, o reprochable, sólo pasó y no me di cuenta. Me perdí y no es primordial encontrarme, sino seguir tras la pista de lo que deje.

Lo que dejé en el camino donde nada es nuevo y la vida ya fue vivida en este recuerdo, en este instante. Agradezco lo material de mi vida para llegar a este punto y agradecer lo material en la vida. El lastre.

Máquina de Sexo.

Ahora la descripción de sexo y amor.

Cuando una superficie metálica se desplaza respecto a otra, por esmerado que sea el trabajo en su superficie, aunque parezca lisa y suave a simple vista, en realidad está formada por rugosidades y asperezas casi microscópicas, las cuales entran en contacto, se enganchan desgarran y trituran mutuamente originándose así el rozamiento por el cual el material se desgasta, la temperatura sube y las piezas se calientan, se dilatan y llegan incluso a fundirse, pudiendo producirse el extraño fenómeno de amar.

El engrase o lubricación consiste en interponer entre las superficies con movimiento relativo una película de aceite sobre la que se desplazan. Se puede afirmar, que salvo en casos muy particulares, cuando existe movimiento relativo entre los elementos el sexo precisa de amor. Esta película funciona de igual manera como fusible, método de seguridad que desvía tu atención para no confinarse a este extraño fenómeno. Pongamos un ejemplo, cuando la lubricación pierde propiedad la película se vuelve lo suficientemente delgada para que el elemento más débil del tren falle por el roce con el otro elemento duro, resistente y tenaz terminando partido en dos enamorado.



Despiece del amor entre dos elementos distintos (engranaje recto y tornillo sin fin) la unión es tan perfecta que no necesitan engrase o lubricación. En este caso el engranaje recto está hecho de un material menos resistente ya que su proceso de fabricación (o experiencias vitales) es menos costoso (o consistentes) que el del tornillo infinito recursivamente interesante e indiferente.
Ahora las relaciones.

Las relaciones podrían clasificarse en intensivas (burda de cortas) extensivas (burda de largas) e intensas (burda de Marly); las relaciones se definen únicamente para un sistema en desequilibrio termodinámico, o cualquier otro. El estudio de un gran número de personajes y su comportamiento en diferentes procesos revela que a mayor número de estos personajes presentes en un sistema, con más formas de intercambio de energía entre la personas y sus alrededores, más relaciones se requerirán para describir el desequilibrio en estado estable de un sistema, de uno con uno a todos con todos. Mi estudio se limitará a personas puras, simples y compresibles (o comprensibles)

“Dos individuos termoimplosivos e independientes cualesquiera son suficientes para establecer el estado termodinámico estable de un ambiente controlado y placentero constituido por la persona pura, simple y comprensible, y yo”

Repetidas observaciones y experimentos han mostrado que, para una sustancia pura, simple y comprensible, más de dos relaciones independientes son necesarias pero no suficientes para establecer el estado estable de desequilibrio de su sistema. Esta observación no se deduce de otros teorema más que el fundamental, o los fundamentales que se desprenden del miedo y las aberraciones de cada quien. El comportamiento observado en una sustancia pura, simple y compresible se resume en el postulado de estado: LLEVATELO MI PANA, u OTRO PALO DE RON.

Veo tu amor desenrolandose (como un rol de sushi , mal enrolado y la cosa)

26 sept 2010

believer in the dark

Veo la ventana sobre el tiempo.

Las crisis, anécdotas, experiencias a los veinte, treinta, cuarenta, y espero vivir sólo suficiente. Hoy un niño me habló por primera vez en mucho tiempo y fui su héroe por ese instante. Ese viaje en el que me ve como un modelo a seguir, y aun me pregunto por qué. La independencia, cruzar la calle, manejar, fumar, tomar todos los días ¿Cuándo dejaron de ser deseos lejanos? Justificar, justificar ambiciones, o anhelos. Comportamientos, fundamentar estilos de vida, excesos materiales, vicios. Argumentar, decir que lo más bello del mundo ha sido visto por mis ojos, y sólo por mis ojos, ¿Qué queda para lo demás entonces? ¿Es apreciable en una fotografía? ¿O se pierde en el lente? ¿Hay que viajar al otro lado del mundo? Un atardecer, una tormenta eléctrica, ¿Hay que verla del otro lado del mundo? No lo creo, y me detengo justo para no ser pretencioso. Me han visto, callado en el viaje. Viendo y lo seguiré viendo hasta que decida lo contrario. Hasta que decida ver otras cosas, o acepte que no lo puedo sentir todo. No me conformo, pero me basta con lo que tengo, con mis experiencias, mis mentiras, mis verdades, mi cinismo. Mis amigos. Todos los años de mi vida, hasta ahora. Y a eso le temo. A nunca encontrarlo, a conseguirlo, a poseerlo y perderlo, a no verlo nunca más, a no estar consciente de esto nunca más. A olvidarlo. A ser olvidado.

8 sept 2010

Bajo Perfil

Odio esta cuestión de las transiciones, por eso pegué todo ahí a la machimberra.

Ruédalo.



Y la calidad terrible, no no no.

05/09/10

7 sept 2010

EN.CA.VA

¿Cuál es mi sorpresa?

I. Ver que el comportamiento que pensaba sólo pertenecía a un estrato encerrado por las cortinas de Sartenejas no es único de esos lares (mentira nunca lo creí, pero toda la cosa de descubrir nuevos ambientes e imaginar que como en un nuevo mundo hay coincidencias que nunca dejaran de ser sorprendentes)

II. Rendirme ante el pensamiento recurrente y reincidente de pensar sí algún día tendré algo propio de gran magnitud, acompañado de la sensación de sentirme cómodo en un ambiente, seguro, desinhibido. Con una persona, un perro, una labor.

¡No es tan denso, ni místico! Son cosas, al final de todo es sencillo de resolver.

Lo primero: Llego yo, y está toda esta gente esperando lo mismo que yo a las 4:50. Típico con mi cosa de arrastrar los pies, mirada clavada en el suelo y sin saludar por miedo a interrumpir la charla respectiva. Me siento en el lugar donde la gente se sienta a esperar, pero un poco alejado, Ustedes saben. Hago que reviso mi celular mientras unos se despiden, otros saludan, noticias, sucesos, chismes, miradas, risas. Yo reviso mi celular. Cuando la cosa que todos esperamos llega y la abordamos cada ser y sus pertenencias pasan a tomar igual de importancia a la hora de ocupar los asientos. Un puesto por persona, un puesto por objetos. Claramente dando a entender la necesidad de hacer el viaje solo, arrastrando el día a día, la universidad, las labores hogareñas y lo que indiscutiblemente no me espera a mí. Lo que defiendo en cuanto a las pertenencias y el lazo (lastre) simbólico que eso pasa a establecer. Y me baso en dos ejemplos que luego me lanzan hacia otra pregunta que decido presentar más no contestar ¿En realidad estoy agradecido? ¿En realidad sólo pudo ser de esta forma?

Ejemplo I: No tener pertenencias gr andes, cuentas bancarías, posibilidad de viajes al exterior, herencias, negocios familiares me da esta libertad de la que a veces me jacto. Pero no, conozco tan poco, y me dejo influenciar por tan poco. Definir mi personalidad a ciegas, recogiendo con las uñas lo que pienso son ejemplos de vida, estilos de vidas que creo desear. No tener una base donde construir lo que busco cuando lo consiga. No tengo un historial, un archivo o registro de un modo de vida a seguir, una ciudad en donde vivir, sinceramente todo ha sido desde la primera vez en el primer intento. Perdí o nunca tuve el deseo de emprender la búsqueda, es otra pregunta.
Ejemplo II: No tener lazos fuertes con la familia. Es de nuevo el mismo asunto. Aprender a abrazar, a besar. Dejar de repudiar el contacto físico, las palabras afectivas, empezar desde cero. No sentir el lazo. No necesitar, no extrañar.

¿En realidad estoy agradecido?

Punto II: Entonces como es obvio, Ustedes lo saben, intento ser el Outsider, y sí en el autobús de la USB hacía todo por sentarme lo más alejado para tener mi tiempo y todo lo demás, en este caso no. Me siento donde en realidad es el puesto que quiero, que está ocupado por las pertenencias de otra persona. Nada pasa luego de esto, no hay miradas de odios ni suspiros de incomodidad, quizá una mirada de sorpresa que solo la ventana pudo presenciar y mi sonrisa hacia adentro cuando en realidad me atrevo a realizar la acción consecuencia de un análisis previo. Luego fue aburrido.

Me concentré en el zumbido, o en lo que quiero que sea un zumbido, pero no lo es. Es el sonido del motor, la transmisión, y el cigüeñal típico de los autobuses en que recorro la ciudad desde prematuro: ENCAVA, modelo ENT610.

Por sí no sabían ENCAVA significa ensambladora de carrocerías Valencia, y son modelos Isuzu nacionalizados. Creo que este es uno de mis conocimientos más antiguos. Ya que estamos aquí el primer recuerdo del que tengo conciencia fue en un autobús igual de significativo para mí, un Autogago.

Este sonido no cambia con los modelos, kilometraje, daños severos, siempre es el mismo y me enorgullece reconocerlo, me hace pensar que nunca he dejado de estar en la calle, y de llegar a donde tengo que llegar, en el sentido exacto de la expresión. Entonces, el zumbido que cumple su función en la formula recetada por el doctor. No es cómodo, claro, pero ¿Qué otras opciones hay?

El asunto concluye en mi falta de identificación con la personas, en lo que no voy a profundizar, y con las posesiones. Lo mío se degrada, pierde vigencia, y es repetitivo. Lo nuevo se degrada, pierde vigencia y se vuelve repetitivo. No es inconformidad, no puede ser inconformidad porque no hay punto de comparación.

Necesito ese lastre.