19 jun 2010

Historia

No.
Pienso en el final del tiempo en mi celda y su función en mi esgrima.
No
Pienso en mi espada y la funda que guardo con celo. Pulo y vigilo abrazado a ella y al peligro.
No.
Pienso en la costa y el grito de los ahogados. Desembarcan de noche, mi patria duerme y yo la traiciono.
No
Pienso en la consecuencia, en mi silencio.

/

Mar rodeado de tierra y sol.
Abrazo a un hijo perdido un millón de veces y él sigue perdido. Se aferra a mi cazadora. Intenta robar mi cantimplora ante la indiferencia. Golpea mi bota, buscando respuesta.
Tomo mi bayoneta y lo empujo lejos. Donde es pisoteado por los rasos.

/

Mi canción de libertad es recitada una y otra vez por mis subalternos. Los mismos que me declaran demente al perder la batalla. Los declaro demente a ellos, demasiado consciente de mi desnudez en la tundra de la locura intento huir. Vencido.
Con vacios. Rendido he perdido parte de mi historia

21 may 2010

Metodología de los Sueños



Cito: "El casi: régimen atroz del amor, pero también estatuto decepcionante del sueño -es la razón por la que odio los sueños-. Pues acostumbro soñar con ella (sólo sueño con ella), pero nunca es completamente ella: a veces en el sueño tiene algo desplazado, de excesivo: por ejemplo, es jovial, o desenvuelta, lo cual ella nunca era; o también que es ella, pero no veo sus rasgos (pero, ¿es que acaso vemos en sueños, o acaso sabemos?): sueño con ella, pero no la sueño. Y ante la foto, como en el sueño, se produce el mismo esfuerzo, la misma labor de Sísifo: subir raudo hacia la esencia y volver a bajar sin haberla contemplado, y volver a empezar"
Roland Barthes, La Cámara Lúcida

No te afanes, alma mía, por una vida inmortal, sino que apura el recurso hacedero
Pindaro


7 may 2010

El Décimo Hilo


El imaginario camina y reproduce de tanto en tanto. De una sola familia la descendencia se condena a ver las mareas cambiar con cada luna llena sin poder ser arrastrados.

Aparecen nuevos desde el lecho marino. Sumergidos en un principio se erigen y sus raíces que succionan la fuerza de la tierra llegan a la costa donde se el hombre coloca sus molinos de viento.

Cada vez más al fondo lo que pasa en el mar es un misterio. Las corrientes se arrastran y cuelan por debajo de los colosos y crean turbulencias que el hombre decide aprovechar en su pesca.

Armado de una cuerda y otra novena de hombres el mejor nadador se lanza al mar y entrega su vida. Se lanza sin equipo o ayuda, sin ganas de volver.

Los hombres en la playa se enrollan la cuerda en sus brazos. La tensan y aferran. Uno a uno los hilos representan un linaje y el ocaso perdido. La longitud se calibra y las esposas esperan en las cabañas selva adentro.

El primer hombre sueña con el pasado. En un país de muchas montañas y necesidades que se pierden en un bosque negro y un mirador. En sus viajes defiende sus costumbres. Cierra los ojos y la presión que ejerce con sus manos es débil, la cuerda fluye entre sus dedos dejando escapar el nudo final sin percatarse. Sus manos son libres y vuelan. Se olvida y sus compañeros con la mirada al frente dejan los sueños a un lado.

El segundo hombre se entrega a su familia y la educación. Aguarda a que el sol se pose, y la última esperanza se pierda para sumergirse en el mar en búsqueda del alimento y una sonrisa que dedicar y conservar. Cada vez más profundo sus brazos se cansan, sus piernas desfallecen, con las manos vacías vuelve y abraza a su esposa, nada sucederá luego.

Las montañas se internan en el continente se desgarran en su falda. El tercer hombre pierde su vista hacia este paisaje. Alza sus manos para calentar el sol. Para decir y sentir. No baja la cabeza, no pierde el enfoque de su mirada y la próxima meta que se propone. Se desvanece y pierde en la montaña, vivirá ahí por siempre con cada mañana que se levante y respire el aire. Con sus ojos deslumbrados de estrellas.

El cuarto hombre es el de la mano que tiembla. Teme al sol que lo ciega y la oscuridad que lo palpa y empuja hacia el fondo del abismo. Tomado por las sombras corre a su refugio y se encierra. Las paredes cada vez se acercan y vive en sus miedos, su vida que recorrerá distancias cortas. Mirando el atardecer tras una cortina de hierro.

La montaña que descansa atrás continúa su silueta y la toca en una ilusión de no moverse con el correr de las piernas. De no moverse y ser parte de esto. Cuando el mar termina con el sol el quinto hombre finaliza su jornada. Suelta el amarre y el último nudo. Se sienta a un lado de los hombres que quedan viendo el sudor y pidiendo su paga.

El sexto hombre hace el mínimo esfuerzo, con una mano sostiene la soga y la otra se tuba en su regazo. Se sienta en la arena con la cabeza gacha. Olvida los otros y siente más allá de sus necesidades. Recorre cada paraje, escucha con atención, ve todo lo que quiere. Sin despertar de letargo la marea la arrastra hacia el fondo donde el sexto sentido lo encerrará por la vida de la mar entera.

El séptimo hombre es inseguro. Siendo abandonado por la mitad de sus compañeros es incapaz de continuar. Cuando la profundidad amenaza con tomar su vida suelta la cuerda sin mediar palabra, sin intentarlo y dar un espaldarazo. Calla, solloza y espera el desenlace sin participar.

El octavo hombre es un ser expectante. Mira a las estrellas esperando su caída, mira al mar esperando que la pesca llegue por sí misma. Puede morir de hambre sin que sus ganas de sobrevivir despierten. Abre los brazos ante su Dios. Ante cualquier dios o señal que le indique el camino a recorrer.

El noveno hombre es incorruptible. Ama al prójimo sin contemplación y dará su vida por cualquiera de ellos. Fuerte como el viento huracanado y la tormenta a sus pies se hunde en la arena defendiendo la idea de vivir un día más entre hombres civilizados, de echar raíces como un árbol y ver crecer a los hijos. De tomar costumbres, de hacerse parte de la pintura, un personaje que envejecerá mientras todo permanece igual. Sus brazos poco a poco caen y se interna cada vez más profundo por no perder el contacto.

El décimo hijo ya está perdido. No lo mueve la pesca o el sacrificio. Se interna en el sentir, tomar, ver, escuchar el preludio del final de la vida. El viento deforma su rostro, el agua salada le quita vitalidad. Del fondo del mar la luz de la tierra ilumina su camino, a ver lo que nadie verá. El vórtice que se forma en los pies del coloso lo arrastra y pierde. Cuando la última burbuja de aire se extinga el decimo hombre será ese legado, el hilo que completa la historia y supervivencia de sus coterráneos. Con las perversiones y distracciones del hombre él decide que es la única forma de mantener viva la fe sin alimento, y la propia hambre.

27 abr 2010

Metropolis: restaurada y re-editada.

Un clásico de 1927
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The most influential of all silent films — and a blueprint for future classics like Blade Runner and The Matrix — Fritz Lang’s visionary Metropolis can finally be seen as intended, with 25 minutes of newly—discovered footage and Gottfried Huppertz’s magnificent original score. The addition of this astounding new material (1,257 shots, including entire new sequences), carefully restored and edited into the 2002 restoration, results in the closest rendition ever seen since the film’s 1927 Berlin premiere.



14 abr 2010

Escalera

Que sigue el paso del camino cagado por los perros.

Termina en la habitación contigua a la de tu amor.

Termina en el camino de la oscuridad y al fondo

se dobla y retuerce en un eje.

Se dispara al cielo y nos une en un deseo.

29 mar 2010

Accidente/Paracaídas/Después II

El hombre ciego al final de su vida, joven aun. Vivió solo y con el dinero necesario para hacer de cada deseo una emoción que pasó con amigos de verdad, pero pasajeros. Guardaba sus números telefónicos, sus direcciones y a veces los visitaba anónimo forzando el encuentro casual. De cualquier manera, no los puede ver.

/

El hombre se fuerza a ir más allá, de hacer cada camino una emoción. Toma rumbos, viaja, se accidenta y destroza. Se flagela y desprende en una caída libre. Escala sin cables, se lanza de un bimotor y vive. Asciende hasta donde el sonido pierde su frente. Donde el oxigeno es escaso se tienta a recuperar levantar fuego

10000 metros: El movimiento relativo se pierde y la velocidad desprende los brazos. El traje sustenta cualquier cosa, no hay sonido. Flotas y te hundes. Cierras los ojos en un último parpadeo. Y de niño el deseo de tocar las nubes es demasiado lento como para cumplirse. El bimotor se pierde, el horizonte se pierde. El corazón acelera.

9000 metros: Las nubes dispersas quedan atrás y el azul se hace más vivo, con el verde cuadriculado del mismo tono indescifrable. Abandonas los brazos de tu Dios dando un tirabuzón, despidiéndote del sol y la luna. Disfrutas esta vez con la espalda hacia el suelo y sueñas. Sientes las paz y como te rodea el brazo de la persona que dejaste en tierra.

8000 metros: La gravedad te acelera y te encoges para disminuir el arrastre. Admiras tus manos, los detalles que no viste antes ahora son evidentes. Tus dedos que se tuercen, tus uñas asimétricas. Recorres tu cabello que amenaza con volverse, con escurrirse dentro de tu cráneo. La tensión te cansa, el golpeteo constante adormece tus extremidades. Pierdes comunicación, por tu propia cuenta.

7000 metros: El límite seguro se aproxima. Las divisiones son más evidentes, las de tu vida. Lo que te espera luego del descenso. El ascenso. La desproporción y lo desprovisto que me siento. Rozando un ave golpea mi hombro y lo desgarra. Ningún ave vuela a esta altura.

Límite: Los monstruos de las alturas se aproximan. Densos, porosos y alargados se muestran con sus formas místicas. Garras de águila y dientes de león extremadamente duras para el material que lo conforma. El miedo me impulsa y juego con mi propia sustentación, acelero y freno para confundirlos, ellos parecen conscientes de todas mis maniobras. Cuando me doy por seguro, en la frontera donde sus brazos no alcanzan uno de ellos, el más pequeño y temerario me toma de las costillas y rodea cortando con precisión lo que queda del paracaídas.

5000 metros: Abandono la punta del cielo y el peligro. Me precipitó sin que nadie me detenga, seguro de que mi demencia me ha llevado a este triste desenlace. Tomo el oxigeno cada vez más puro en bocanadas que hacen mi viaje más corto, pero placentero. Mis excesos del pasado y como me sacio con aire y vapor de agua que se condensa en mi piel.

4000 metros: Ahora no es mi propia historia. El enfrentamiento que tengo con mi propia persona cede el paso. El miedo de saber que no sobreviviré se hace fuerte. Lloro, y lloro cada vez más. No tener salvación, no vivir un día más, no dormir y soñar con labios, oasis y vivir una vida en tus brazos. Tus brazos que me cobijaron segundos atrás me abandonan. Y quería llegar hasta ti, hasta aquí para extrañarte con toda mi vida, mi fuerza y deseo, saber hasta qué punto te quiero sin dejarte, y dejándote para siempre.

3000 metros: Comienzo a estallar, trato de evitar lo inevitable. En los más profundo admiro mi desesperación y como todo es llevado según el plan, según el propio conocimiento que tengo de mi mismo. A pesar de eso intento frenar la caída, abro mis brazos de par en par, lucho y exhalo. Lucho y grito con todas mis fuerzas Él propio nombre hasta la pérdida del conocimiento, pierdo los últimos detalles.

2000 metros: La sensación del aire se desvanece y lo que en algún momento me hizo feliz sin querer verlo. Lo dejo atrás y me concentran los colores, las formas que aparecen frente a mis parpados aleatorias. Galaxias delante la luz roja del sol atravesar mi piel. Amarillo bajo un cristal partido, blanco y líneas curvas que van de un ojo a otro como si no existiese nada en el medio.

1000 metros: Vivir sin saber vivir, o vivir en mi extremo. En mi definición exacta. Siento el calor de la tierra y lo abrazo, preparo mis dedos para arrancar un último puñado de suelo en mi llegada. Veo lo creado por el hombre, y por primera vez no lo deprecio. Dejo el lastre, lo que me amarra, los prejuicios, lo que creí saber. Mis experiencias, tratar de vivir al día. Vivir

un metro y el horror.

//

¿Qué parece sucederme después de todo?

Empiezo de nuevo sin aprender, o ¿espero el mismo desenlace? Me vuelvo ciego en ese instante.

Huyo o me aproximo con la falsa idea de huir del instante del sexo.

Del sexo esta vez. De fumar la otra vez, o tomar. O retomar.

22 mar 2010

Séquito

Estoy seguro de que estoy por romperme. Estoy seguro de que ya lo hice.

Estoy seguro de que tengo miedo. Estoy seguro de que empieza mi huida.

Nada de escudo, nada de nada.

No vuelvo. No volver. No revolver.

/

De forma y calor, lo siento latente. Deforma y olor, acumula el contacto. Acompaña el contacto y alumbramiento. Tienes ojos y temo a la premonición de lo que muestras ¿está por suceder? El agua que cae ciega y no consigue el fondo ¿está por suceder?

Descripción de felicidad: pintar con colores vivos sí te lo pido. ¿Cómo empezar? Primero toma el lienzo y haz que sientes. Haz respirar, haz un tornado. Toma mis dedos y empieza sin siquiera conocernos, ya te olvidé y ha pasado un día. Toma mis dedos, empieza con rojo. Toma mi pecho y arranca el color.

Descripción de palabra: Lo que es vivir un día dentro de otro, añorar y añorarte. Planear y planearte. Los años que consecutivamente nos veríamos, en realidad siento que pasaron. En realidad conservo fotos de esos días no vividos. Memorias y canciones. Luces destellantes y oscuridad.

Re toma el calor, lo siento palpitante. Cortados a trozos los retazos sobrantes, te quiero y me cansa. Soy fuerte, soy precavido, soy una emergencia. Me manifiesto. Cuando quieres pulsas, abusas y mi uso se pospone, se mantiene.

Descripción de contacto: Acompañado de olor y mi cabello entre tus dedos. Abrazar y soñar las escenas tristes, ajenas o propias las tomo como mías. Perdí la misericordia y el consentimiento de la soledad. Días enteros pienso en un abrazo, en el contacto, en proporcionar las exigencias sin demanda.

Descripción de beso: Queda pendiente mi función como ancla, o tu función como boya. Estoy seguro de que el resultado sería el mismo, con mi presencia o no de por medio. El resultado es el mismo y existirá así yo no. Existirá porque no es de mi control. Existirá sin forma ni transformación. Sin cambio.

21 mar 2010

Bandada/Anacrónica/Máquinas

Tres niños que hablan y cantan.

Son mis amigos.

/

Ana resultó estar hecha más que de recitales al atardecer y una que otra conferencia. Que un vaso de papel arrugado, pide permiso pero no saluda a desconocidos. Nunca revela. Delgada y larga se impone a lo que le quita la vida, ahora huye de esta. Renueva esperanza, con pastillas para cada ocasión. De noche recicla los envases de comida, y los lanza a la carretera. Acelera a fondo, fuma, fuma y fuma. La nafta se acaba.

Se ladea de frente. Al único bombillo que cuelga recita y reza. Un notable y desolado viejo sale, la recibe, la toma del brazo y habla de coyotes a puerta. Coyotes a puerta, perros guardianes y mapaches ocultos en la basura en sus últimos segundos de vida, el mundo de Ana se extingue.

Adentro el polvo se cultiva y acaricia cada cien de cada viejo, cada cosa que rodea la mesa y en formol en círculos. El segundo ritual de la venida dice uno de los cuatro ancianos locos. No le hagas caso dice el principal, como si no creyera en la creencia.

Con torsión Ana confiesa su miedo, le siguen los pasos y sus pasos están contados. Los mafiosos, los policías corruptos, sicarios, italianos rusos se encargaron de sacar la cuenta. Palabras dichas a la ligera sellaron su destino. Por la línea va y por cada palabra va y recorre, pagina a pagina y fotografía de colores a escala de grises la suya aparecería. Trágica opacará las otras historias de la última, con letra capital y sin testigos.

/

Retumban sordas.


20 mar 2010

Después

de después. Baila canta baila canta -¿300 veces mas grande qué que?
¡Ahí se ve la mancha!
Ahora tranquil@, no quiero mas de una palabra por vez, y por vez no dicha.
No baila, no canta, no sale, no hace. Comenta o deshace. No dice Ro, ni carrera.
Por que te veo como me ves tú, y eso es mal mal. No dice raro, ni repercusión. Es mesurable, con otras palabras. Integro llega por pocas palabras. Querida amiga.
No no, si si, no no, si si, no no. Cuenta y cuéntame las lunas, tormentas. Los lunares, si quieres.

Números importantes:
c=300000 m/s
r(tierra)= 6300 km
r(sol)=695000km
Lunas:1
Lunares: 57

¿Eres tan tan?
'o tú(n) tú(n)
¿De verdad verdad?
-__________-

12 mar 2010

Personajes Ficticios.

Es una escapatoria a la que recurro bastante a menudo. Lo puedo comparar con mis viajes, de verdad, que me aceleran un poco.

Hoy desperté con ansiedad y con un propósito que no se cumplió.

En parte por la falta de proteínas en mi organismo.

Y si se puede decir que en mi mente se proyectó un film que no me atrevo a describir, es cierto.

Entonces cuando tengo la imagen un poco más nítida, con un año específico, y actores de carne y hueso no puedo evitar hacer comparaciones.

Desde que vi Donnie Darko y tuve que leer el libro de Roberta Sparrow una y otra vez para comprender la manera tan brillante como Donnie encuentra para viajar en el tiempo. Hasta cuestionar que no puede escaparse a las recurrentes paradojas cuando se trata el tema.

Busco mi artefacto.

Imaginar que dicho personaje pudiera ser real. Un hermano, un hijo ¿cómo sería el trato?

Supongo lo aprecio mas al estar consciente de que nadie puede ser tan genial.

Recuerdo a Dan Dunne, de Half Nelson, y me proyecto al futuro, al estilo de vida que deseo y el que me espera de verdad. Aspirar, tomar, vivir sólo, con un día a día en el que muestro todo lo contrario.

Ser justo, ser disciplinado, equitativo y dar consejos. Ser cínico con los niños y con mi familia, ser el modelo a seguir. El ingeniero.

Igual creo que perfectamente pudiera vivir así. Necesito un trabajo y saber de lo que hablo con real convicción.

Voy a lo que me persigue y dejo a un lado. La pareja. De nuevo me contradigo una y otra vez con lo que quiero, con alguien normal, con alguien especial, que dependa de mí, que no sea dependiente, que no tenga tantos amigos, que sean mis amigos. Le puede gustar mi música, y no puede saber más que yo en ciertos aspectos.

Solo un personaje, esta vez plástico y cabello igual de imaginario, puede adaptarse. Bianca, de Lars and the real girl. Lo que es bastante extremo, y emotivo de mi parte. Obvio no soy como él, obvio no busco una Bianca, pero es el perfecto ejemplo de la entrega de la que quiero formar parte.

Imposible negar que cuando veo a Margot no me derrito con su sonrisa, con su forma tan obvia de reflejar sus gustos como una niña. Sus saltos en el aire cuando Lars apenas le dirige un par de palabras, quisiera tener ese poder.

Se cuela Alexander Supertramp en el asunto, y no necesariamente es él. Sino el papel de Kristen Stewart. Supongo que aquí la cosa se despega del piso de verdad, esa niña no puede existir tan y cual la describen.

Finalmente cito a Woody Allen en mi peli favorita, en la cual actúa.

Es un chiste "-Doc, mi hermano se ha vuelto loco, cree que es una gallina - y el médico le contesta- ¿Por qué no hace que lo encierren? - y el tipo dice - Lo haría, pero es que necesito los huevos"

No deseo explicar que tiene que ver esto con las relaciones personales, vean la película.

Y no es lo que quiero a corto plazo, ósea, en esta semana que viene. Solo busco actuar en mi propio escenario, sin darle explicaciones a alguien.



24 feb 2010

Viajar, Fumar/Consuelo, impedancia/Descenso, deceso/


La espera hace del viaje. El preámbulo de tomar el morral a cuestas, adivinar el peso y la espalda que se fortalece. Repasar e intentar dejar lo innecesario.

El encendedor reprime el primer cigarrillo y despedaza la hora.

Hasta el autobús que no se detiene. Me siento (de) nuevo, tomo la música, guardo los billetes. Nadie espera mi temprana llegada. Nadie sabe a dónde me dirijo ni el camino que tomaré esta vez.

Retomo, me escondo. Cometo un crimen. Me observan los carros que pasan. Los veo a ellos con la misma curiosidad. Los carros, no la gente.

Es mentir afirmar que tomo un camino diferente cada vez, pero lo es.

Me gusta viajar, y afirmar a la ligera. Nunca cambiaría un viaje por tierra.

Me gusta estar en silencio, tomar cada luz y difuminarla en la noche. Cada trazo o trozo y hacerlo historia.

Coincidir con alguien, conocer a alguien.

Mi gusto que es confundido con apatía. Disfruto el viaje en silencio, exento de la toz, la habladuría, el pasillo transitado y no tan transitado.

La velocidad relativa de lo que se aproxima, y lo que se aleja. La tierra que se ensancha y aplasta por mi propia incidencia.

La estela amarilla siniestra, roja diestra.

El viento y su olor. Me retraigo y siento un sabor.

De cada marca en el asfalto, vidrio, papel y plástico. Concreto, metal.

Intercambio de energías y exergías.

Soy parte de esto sin ser parte. Sin tener en control en mis manos la via me lleva a su desembocadura.

En un semáforo, un traslado, una transferencia, una vuelta en U.

Beber y comer. Asociar a esto la posición correcta para viajar.

Llego a la extensión, el final o el principio

Paso el tiempo sentando en la terminal.

Veo los niños, y me extraño. Me extraño sin saber quien era.

Quisiera decir que me desconozco, pero lo desconozco a el.

Su valentía, su decisión. Los viajes que no necesitan de otros medios.

El impulso propio, correr, pensar en llegar. Y volver.

Llorar al caerme, llover y aprender.

Paso el tiempo fumando en la terminal absorto, sin/con quien compartir.

Sin ofrecer fuego, sin comentar mis anécdotas. Lo que me emociona.

Una banda sonora para la noche. El amanecer, algo suave. Algo que me emociona.

Ceder el paso, ceder un asiento. Ver agradecimiento, tocar un gesto.

Comprar un nuevo boleto, un nuevo destino. El único destino.

Ver accidentes salvados. Accidentes siniestrados.

Conocer de toda la vida a tu compañero de asiento. Iniciar el cotilleo.

¿Nos podemos separar? Quisiera tener su amistad para siempre.

No olvidar los rostros.

Quisiera compartir ese asiento con el recuerdo de mis amigos.

Al final del autobús, y cinco asientos.

Con solo recuerdos.

Porque me gustar viajar en silencio, ocupándolos todos.

/

Consuelo, con mi forma no entrenada.

Consuelo me llama para pedir consuelo.

Y no se lo sé dar.

Consuelo a mí mismo y lo necesito.

Necesito aprender a dar consuelo.

Consuelo en el suelo,

Consuelo en los aires.

Consuelo donde sea me ve.

Incienso de mi propio consuelo e incapacidad

El aroma de Consuelo y su perfume de tristeza.

El aroma no sensorial del consuelo me entristece.

Abrazar el consuelo y compadece.

Caminar tras Consuelo sin sostenerla.


Autoimpedancia.

Me influencio, y se lo extraño que estoy.

Quiero decir algo que nunca haya sido escuchado.

Quiero explicarme con razones que no hayan sido explicadas

Aunque no sean totalmente ciertas.

Busco prohibirme.

Quiero colocar el televisor boca abajo

Cortar el cable de internet

Quemar mi teléfono celular.

Enfocarme en el ápice, no recurrir a los mismas imágenes que me calman


Lo que pasa frente a mi ojo me desborda y lo espanto. Utiliza luces incandescentes, luces de emergencias, rojas al inicio.

Continúo sin verlo.

Mis poemas son en blanco y negro.

No es un problema de poder, o de capacidades.

Son las consecuencias.

El propio conocimiento que he llegado a tener de mi mismo.

Hace irme agachas. Reprimido por mí mismo.

La señal llega y se hace más fuerte.

Mi memoria se activa con el mínimo estimulo.

He bajado el tiempo de reacción.

Saber lo que quiero, y saber cómo dañarlo.

Y que al final no me importe.

Soy el único héroe de esta historia.

/

Sonrió cuando no debo. Escudo de los nervios, de una forma de pensar atolondrada.

Triste me entristezco. No por el muerto, o el ataúd desventura de la gente que lo llora.

La cabina abierta, el protocolo y lo que se debe hacer o no.

Las etapas del descenso, cada una acompañado de un grito más fuerte.

La primera elevación y el primer descenso, a prorrogar las horas.

La segunda elevación hacia el transito, donde el día a día nubla la mente un par de horas.

La ultima elevación y la impotencia del desprendimiento.

Tumbas de otros más desafortunados son pisadas y vejadas. El espacio y el dinero que se hacen hermanas hasta en el lugar de los muertos.

Prosigue la procesión, enflorada, enrrumbada, encallejada hacia la refugio final.

Un hombre que es alzado por los hombros de toda su descendencia. Un honor para los vivos, hasta para mí.

El ultimo descenso. El concreto vaciado. El tiempo correcto que permanecer.

Los niños que aun no entienden el dolor de un muerto desconocido. Le lanzan flores solo por el simple acto de verlas caer.

13 feb 2010

2520

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fffffffffffffffffffff420 ffffffffffffff6
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280 fffffffffffffffffffffffffffffffffffffffffffffffffffffffff9

10 feb 2010

Metal y piedra fundida

Afilado de piedra

sin techo ni escudo

Las fieras a puerta

Punzante penetra las capas

de carnes que tensan y aferran.


La piedra del padre

la piedra del hijo

El instrumento

El deseo creciente acecha

y el faro lunar confidente.


La mano que la toma

entrenada con el tiempo

Los ojos expertos

la piel añeja el tacto que aprueba

la prueba de fuego


Tierra que perdura

su edad y recorre la edad del mas sabio

Del hombre que cuida

Del hombre que observa

los niños y el eco en el tiempo.


Con el día y su muerte

Con el día se elevan los restos

del agua y su reservorio

De lo que amanece y significa.


II

Conservo la historia

que fluye con cada noche

Con los susurros de alerta

y los gritos que celebran

AU AU AU AYE AYE.


Y danzar por un día mas

Circular con una estrella mas

Nombrar historias perdidas

y los gritos que celebran

AU AU AU AYE AYE.


Suavizar el contorno

Volver a sentir la piedra

Olvidar los grandes pasos

las grandes ceremonias

las palabras hechas historia.


Metal y piedra

se levantan hermanadas

con el propósito intacto

Y el hombre que en el fuego

el agua y su reflejo olvidó.

7 feb 2010

From Romania



Esta peli ganó el festival de Cannes. Vela sin que tu corazón se acelere.

3 feb 2010

Let's Make This A Moment To Remember

En verdad una promesa re-cursiva. Que va y viene solo dependiendo. En cualquier circunstancia, en cualquier momento de la vida aparece y es olvidada. Y lo he intentando, todos los días como algo punzante aferrarme, pero pierdo mas momentos en recurrentes fallas del sistema, de las responsabilidades.

Tomo nota frente a mi, cada día, en los símbolos y estructuras con los que lidio en mi rutina. E igual pierden significado al final. No refiriéndome al final de una vida, o siquiera un día. Me inclino por el significado del instante de tiempo justo después, de lo intentos de recordar cada detalle, cada escalafón, cada recorrido.

Esto se desprende de nuevo de las crisis en mi sistema, de los intentos en guardar cada detalle, y no está de mas que pierdo mucho de mi tiempo en dicha empresa. Lo que no es nuevo, pero al referirme a una explanada estrellada, a caídas aparatosas, a sitios en los que pocos han estado de una forma u otra solo quiero -dejar registro de ello-

28 ene 2010

La luz que se atrapa

La luz que se atrapa en un cubo construido por las palmas de tus manos, solida, impenetrable por medios humanos. Se vuelve pastosa, no liquida, aunque con el aumento de la temperatura corporal esto sucede poco a poco. De todo lo posible, lo pensable simplemente la deja escurrir lentamente entre sus dedos, sin quemarse. Y siento envidia. Imagino el proceso, llevarla al cero absoluto, criogénesis, bombardeo de iones, exogénesis. El núcleo del sol, de cualquier estrella, donde se encuentra en estado natural, los manantiales. Y no es como la mente imagina, no es un liquido común que fluye como el agua, no es de color blanco enceguecedora. Quema la piel, y es espesa como para no hundirse, aunque el deseo impulse a limpiar las lagrimas que escurren de tus ojos y encerrarlas nuevamente.